Una de las preguntas más frecuentes que escucho en la consulta es:
“¿Me recomienda alguna multivitamina o suplemento para mi hijo?”
Y es completamente válida. La industria de los suplementos ha crecido exponencialmente, inundando el mercado con opciones para cada edad, etapa o condición. Pero antes de sugerir marcas o productos, me gusta profundizar en lo que realmente necesita ese niño. Porque detrás de esa pregunta también se esconden otras:
¿Qué necesita realmente ese niño? ¿Qué le estamos enseñando a través de su alimentación diaria?
🥦 El alimento siempre será superior
Sabemos que los nutrientes son esenciales para el crecimiento, la inmunidad y la energía de un niño. Pero el cuerpo humano fue diseñado por Dios para absorber los nutrientes directamente de los alimentos reales: frutas, verduras, legumbres, cereales, carnes, pescados, huevos…
Esto no solo es más efectivo, sino también más natural.
El proceso de absorción —llamado biodisponibilidad— es mucho más eficiente cuando proviene de alimentos enteros. Ningún suplemento puede igualar la riqueza nutricional y funcional de una zanahoria, un mango o un buen caldo de huesos.
🧑🍳 El reto actual: malos hábitos familiares y niños “monocromáticos”
Muchos padres se preocupan porque sus hijos comen “todo blanco”: arroz, pasta, pan, pollo empanado, jugos industriales… pero nada verde, nada crujiente, nada nuevo. Cuando exploramos más a fondo, notamos que este patrón no es exclusivo de los niños. En muchos casos, los hábitos alimenticios familiares son poco variados, y los niños simplemente imitan.
La educación alimentaria empieza en casa. Enseñar a comer bien requiere tiempo, paciencia y ejemplo. La alimentación infantil debe ser una experiencia de exploración, no de entretenimiento ni de premios. No podemos pretender que un niño coma brócoli si nunca nos ha visto comerlo a nosotros.
💊 ¿Y los suplementos? ¿Cuándo sí y cuándo no?
Los suplementos no son enemigos, pero tampoco son soluciones mágicas. Desde un enfoque funcional y médico, se utilizan como apoyo puntual, no como reemplazo.
✅ ¿Cuándo puede ser apropiado suplementar a un niño?
- Niños con dietas muy restringidas (autismo, alergias alimentarias, selectividad extrema).
- Casos clínicos de malabsorción intestinal (celiaquía, enfermedad inflamatoria).
- Enfermedades crónicas que requieren apoyo nutricional adicional.
- Bebés alimentados exclusivamente con leche materna sin suficiente exposición solar (vitamina D).
- Situaciones de deficiencia documentada en laboratorios.
❌ Cuándo no se recomienda suplementar:
- En niños sanos y bien alimentados, el uso rutinario de multivitaminas no solo es innecesario, sino que puede ser contraproducente.
- El exceso de ciertos nutrientes (como vitamina A, zinc o ácido fólico) puede generar toxicidad o interferencias metabólicas.
🩺 La Academia Americana de Pediatría y la Academia de Nutrición y Dietética coinciden en que los multivitamínicos no deben usarse rutinariamente en niños sanos con dieta balanceada.
🌈 Comer el arcoiris: ¿Por qué insistimos tanto en comer colorido?
Una alimentación rica en colores garantiza variedad de vitaminas, minerales y fitonutrientes. Cada color tiene propiedades únicas:
- Rojo (licopeno): salud cardiovascular y piel.
- Verde (clorofila, luteína): vista, desinflamación.
- Naranja y amarillo (betacarotenos): mucosas y defensas.
- Azul y morado (antocianinas): sistema inmune y memoria.
👉 Y ninguna pastilla multicolor puede replicar esto con la misma eficacia.
🧭 Como guía funcional: ¿Qué les recomiendo a los padres?:
- 🌱 Empezar por el plato, no por el frasco. La comida es la primera medicina.
- 👩🍳 Modelar lo que queremos enseñar: no podemos pedirles a los niños que coman lo que nosotros evitamos. Sé ejemplo
- 🎨 Ofrecer variedad y creatividad: no imponer, sino explorar sabores y texturas nuevas. 🥗 Explora sin forzar, pero con constancia.
- 🕰 Ser pacientes y constantes: el reentrenamiento alimentario es posible, pero toma tiempo.
- 💊 Usar suplementos con criterio médico, por períodos limitados, como un apoyo, no como el camino fácil.
🧡 En Resumen
Los suplementos pueden ser aliados, pero nunca sustituirán el poder de la comida real. Si no sembramos buenos hábitos desde la infancia, ningún frasco podrá compensarlo después.
La mejor inversión para la salud de tus hijos no está en la farmacia… está en tu cocina.
Recuerda que si deseas contar con mi apoyo personalizado sobre este y otros temas, puedes agendar una consulta conmigo aquí.











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